Destaca que los pactos son inevitables y la experiencia de su partido en alcanzarlos.
Entrevista de Pep Mir al candidat del PSOE a l’Alcaldia de Maó, Héctor Pons, publicada al diari “Menorca”, el 3 de febrer de 2019.
Héctor Pons Riudavets (Maó, 1990) es maestro especialista en educación musical y psicopedagogo, profesión que desarrolló hasta pasar a liderar el grupo municipal socialista por la salida, a medio mandato, de Vicenç Tur.
Ahora se pone a disposición de los mahoneses para ser alcalde.
¿La decisión es reciente o con el relevo de Tur lo tuvo claro?
—La de asumir más responsabilidad fue entonces, pero no suponía ser candidato. Asumí un reto importante, el resultado es satisfactorio y los compañeros consideran que tengo el perfil adecuado, el conocimiento y la experiencia para este reto.
Que el candidato coja presencia a medio mandato no es nuevo en el PSOE y no siempre va bien.
—El PSOE es un partido que, a diferencia de otros, hace escuela. Conviene llegar a la alcaldía con experiencia previa, y la experiencia de gestión es positiva. Conozco los puntos fuertes y débiles de la ciudad y del Ayuntamiento. El PSOE no accedió a la alcaldía pero sí logró áreas con visibilidad.
¿Se ha compensado?
—La alcaldía es la alcaldía, pero la gente es consciente de que una parte de las áreas han sido del PSOE, con un modelo de ciudad y unas líneas que son las que el PSOE llevaba en el programa, y ue empezó antes de ganar el PP.
El ascensor, el ‘Verge del Toro’, el Conservatorio, ‘Dalt es Cós’, los pisos del Ibavi… Responden al modelo de ciudad que dejó el PSOE en 2011. Y la gente lo sabe.
Casi todas inversiones ajenas.
—El Ayuntamiento define dónde quiere los equipamientos. Apostamos por edificios en desuso, para evitar que la actividad se vaya al exterior de la ciudad.
¿Ha sido determinante coincidir con Mora, Armengol y ahora Sánchez?
—Clave. La diferencia con otros partidos es que si el PSOE local adopta un compromiso, compromete también al insular y balear. Esto es fundamental, tiene que haber un trabajo conjunto. Como en la vivienda, uno de los mayores retos para Maó en este momento, o el envejecimiento de la población. Sin el resto de administraciones, un ayuntamiento no puede dar respuestas a esto.
¿La tendencia nacional del SOE favorece a nivel local?
—Es muy distinto a 2015, cuando la tendencia del PSOE a nivel nacional no era ascendente. Tampoco era igual la de Podemos, que era mejor, ni la del PP y la derecha, que no se parecen en nada.
En Maó una gran parte del voto se comporta en clave nacional. Entonces se hablaba de nueva política contra vieja.
¿Ha cambiado algo o fue un invento?
—Se generaron en España unas expectativas que luego han sido difíciles de cumplir, los que las impulsaron lo han comprobado. Venían de partidos sin experiencia de gobierno, y cuando uno asume ser alcalde se da cuenta de que lo es de todo el municipio y que representa a la institución. Debe buscar mayorías amplias.
¿Esto ha faltado?
—No, no. No ha faltado. Pero ha provocado que parte de la población que tenía unas expectativas muy altas haya sentido que no se han cumplido, que se ha producido una moderación.
¿Cómo ha ido el pacto?
—Ejemplar, con lealtad y responsabilidad institucional. Las discrepancias se han resuelto.
¿Espera que se marque perfil en los meses que quedan?
—No habrá rupturas. Las mayorías se han acabado, es el momento de los pactos y el PSOE es el que más experiencia tiene.
Pero no siempre se había pactado con este equilibrio.
—El PP habló al principio de pacto de perdedores, ahora no se atreven después de lo visto en Andalucía. Ya es algo de todos.
¿El rival es el PP o Ara Maó?
—El PSOE hará su propuesta, como siempre, con una línea clara.
Es quien ha definido el municipio así como lo tenemos. Es la evidencia de los hechos.
¿Qué se ha quedado por mejorar? El puerto, por ejemplo.
—Con el puerto hemos hecho bien las cosas que están en nuestra mano, pero otras no las podemos controlar. El dique de Ciutadella cambió las dinámicas. Hay que abrir nuevas rutas y potenciar el sector náutico, con el varadero, Cala Figuera, el Centro del Mar…
Cala Figuera. Se ve algo lejano. ¿No tardan demasiado en llegar los grandes proyectos?
—Tenemos el consenso, que es lo más importante. Por esto ha sido más lento. La idea está.
Único precandidato. ¿Es bueno o muestra falta de interés?
—Me satisface que mis compañeros vean bien mi propuesta. Si hubiera ido en otro sentido, ningún problema.
¿Con los mismos concejales?
—Habrá una parte de continuidad y otra de renovación. El trabajo ha sido bueno.
¿Sobre que repita Juanola?
—Es lo lógico si crees que has hecho un buen trabajo. Lo contrario no se hubiera entendido.
¿Vida política limitada?
—He estudiado para docente y es mi voluntad. No quiero dedicar toda mi vida a la política, ni mucho menos. Mi vocación es aportar, tanto en la política como desde otros colectivos. Se puede aportar sin un cargo.
Vox y Ciudadanos manejan debates que incomodan a Ara Maó y PSOE. Topónimo, banderas, lengua… ¿Entrará?
—Soy partidario de abordar todos los temas que afecten a la vida de la gente, de mayorías, que respondan a necesidades, que sumen. Los que dividen a la sociedad, si no está madura para afrontarlos, mejor dejarlos reposar y tender puentes. No deben crispar ni separar.
